Aztech, calidoscopio de ciencia ficción


Por: Juan José González Mejía 

Hace una semana se ha estrenado Aztech en Xalapa y hay que decir que la película se anuncia con una obra de ciencia-ficción a la mexicana. El cine mexicano tiene una tradición de historias donde la fantasía, la sci fi y la mitología prehispánica han sido un caldo de cultivo para seguidores de tales obras rayanas en el culto y el ghetto declarado de la cinefilia. Aztech/ México- 2020 es un filme colectivo conformado por nueve ficciones, donde se expande la mirada en apariencia ecléctica de diez cineastas apasionados no por el cine de género sino, precisamente, por la cinefilia del género. Es decir, tanto El camino (un evento trágico en una nave interestelar), de Fernando Campos y Jaime Jasso, como Los solitarios, de Rodrigo Ordóñez, son antípodas discursivas visuales: del hálito del cine espacial al planteamiento del realismo mágico (el misterio emanado de un pedazo de meteoro en la vida de un anciano y su sobrina). 

 


Aztech es un filme coral, orquestado sobre hilos conductores: fragmentos de material extraterrestre para darle rienda suelta a fábulas de horror (los zombies teen derretidos cual nieve en el parque en Dulce muerte, de Gigi Saul Guerrero, de mitos entonados bajo la batuta del humor negro como en Ulises, de Jorge Malpica, quizá el segmento más logrado del filme, donde un viejo pescador (guiño frontal a Homero y Hemingway) no se sujeta al canon del encuentro romántico con una sirena capturada, al igual que El sexto sol, de Alejandro Molina, una especie de cine dentro del cine pues un director veterano le explica a su joven actriz que fue invitado a hacer un corto y “como son varios directores luego las historias se van a juntar en una antología; nos dieron unos lineamientos, primero, deben representar a la cultura de México, y segundo que caerán unos satélites y van a destruir la Tierra”, justo el espíritu del proyecto de Aztech que no se queda en el homenaje o repaso a los géneros trazados sino que le da espacio a situaciones imbricadas en una textura de introspección a la Bergman incluso, como la de la joven sometida amorosamente a un extraño rayo que le da título el segmento (Atl, de J. Xavier Velasco), o extremas coma Cárcel de dioses, de Ulises Guzmán, donde lo prehispánico se baña con un híbrido de subgéneros para darle espectacularidad a la mitología. 

 

Filme indispensable para entender que el cine mexicano sigue gozando de buena salud, Aztech es una grata sorpresa dentro de la cartelera de fin del año…

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