Django sin cadenas ó Tarantino desencadenado

Por Rafa López

Hemos visto Django sin Cadenas en pantalla grande, la tan esperada película que marca el regreso de Quentin Tarantino al cine después de tres años de ausencia. Mucho se ha dicho "que es una película que habla mal de la esclavitud en Estados Unidos", "que no te puedes esperar algo serio por ser de Tarantino", hasta por ahí leimos un comentario de alguien que decía, "pues ya la vi y es palomitera". Dejando de lado a los oscares que ganó, a Spike Lee y a que tardó mucho tiempo en llegar a Xalapa, decidimos quitarnos todas las imágenes y prejuicios posibles para que al presenciarla en la pantalla del cine la pudieramos ver con los ojos de espectador, olvidándonos incluso que era una película de Tarantino ¿Y saben que pasó? Lo mejor de lo mejor, vimos el film sin cadenas, con la mente y ojos desencadenados para exigir una obra de cine de más de 2 horas y el resultado ha sido… mayor de lo esperado.

Pueden olvidarse que se trata de un film pop de Tarantino, ¿Esperan balazos por doquier? ¿Violencia gratuita? Para nada! Antes en los otros films de Tarantino la violencia era en efecto un ingrediente pretexto para la película, ahora se toma su tiempo y decide contar la historia con mayor realismo. Tarantino se enfrenta a un reto. Bastardos sin Gloria fue elogiada por su desvergonzada versión de la muerte de Hitler, ahora Django sin cadenas es más creíble; las piezas estan cuidadosamente planeadas para que no las veas venir y te sorprendan. Todo lo que has visto en los trailers, los posters y spoilers, puedes intentar olvidarlo y ver con ojos de espectador virgen un film que no vas a tardar en decir, espera... “esto es otro Tarantino”, se debe quizá a un factor trascendental en la filmografía del Quentin y es la ausencia de Sally Menke (la editora de todos sus films y que ahora descansa en el cielo a donde van todos los que hacen cine) así que Django mantiene el estilo de Tarantino pero nos lo va a contar de una manera sino diferente, fuera de lo esperado, adiós nuevamente a los tiempos dividos, como sucedió en Bastardos y por esta vez, adiós a presentarnos la película por capítulos.

No es palomitera, ese adjetivo deberíamos darlo a aquellas películas que ya sabemos de que se tratan y sabemos que no las vamos a volver a ver. Django se enfrenta a una trama concebida por la publicidad, esos trailers que intentan vendernos una película de poder negro con música de fondo de James Brown, olvídenlos, la historia va mucho más allá de lo que se espera, además de que no es predecible pues Tarantino irá entramando unos giros de tuerca para que todo vaya tomando forma paso a paso y sorprenda sin revelar detalles; lo nuevo de este Tarantino será la linealidad que present, cual si fuera una novela leída en dos horas y media, de esas donde por más que le buscas no se sabe en que terminará todo el rollo. La fotografía intenta parecerse al western pero se le agradece que no intente imitarlo sino que ahora lo haga de una manera suya y no tan evidente.

La película se la roba Christoph Waltz merecidamente, el tratamiento del guión comparado con las anteriores películas de Tarantino es fresco y más real, y si uno se pone abusado, hará lecturas de dialogos y escenas donde está oculta la crítica hacia la esclavitud y el racismo en los Estados Unidos. No podemos decir cuales pues muchos no la han visto. En la música podemos decir que talvez Tarantino nos acostumbró a oir a Morricone en sus más recientes películas, aquí habrá más variedad, eso si, con el sentimiento apropiado para cada escena.

La película pudo haber terminado en cierta parte y seguir conservando el sello Tarantino, pero te advertimos que esta cosa será diferente y te encontrarás con un final que probablemente se asemeja más al estilo de las películas blaxploitation, así que por algo lo eligió así.

Veredicto:

"Django Unchained es la película que rompe la línea del Tarantino de los 90's y se coloca como una obra audaz que le hace justicia a su nombre, un film totalmente desencadenado, liberado del estereotipo del cine hollywodense y empeñado a mostrar un ensayo fílmico sobre la exclavitud norteamericana hecha western. Se concibe como una obra que se aprovecha del estereotipo comercial y conserva la manufactura de un cineasta moderno independiente. Las películas que vengan después de Django Unchained pueden ser de lo más interesantes en la filmografía de un director que alcanza su madurez pero que no deja de plasmar en la pantalla su pasión por el cine"

Ahora si no has visto la película no leas la parte de abajo.

La mejor escena de Django Unchained con la que nos quedamos.

 (ADVERTENCIA SPOILER) 

Después del clásico momento Tarantino, Django se ve acorralado y no le queda más que rendirse para salvar a su amada. Le piden que se entregue o la matan, Django dice “me rindo”, tira la pistola, sale de un escondite en el suelo y se levanta. En ese momento Stephen, el que amenaza a Django, muestra una mirada sorprendida que nos dice algo, arranca el tema musical de Richie Havens “Freedom”, Django se entrega a morir en un acto de valentía, esa es la libertad, Django va caminando y no tiene miedo, se escucha el coro musical de “Freedom” (Libertad), mismo grito que durante la década de los 60’s se escucharía en la lucha por los derechos civiles para la comunidad negra de los Estados Unidos. Django se quita la chaqueta rompiendo los botones que caen al suelo en cámara lenta mientras se oye el verso que canta la canción “Sometimes I feel like a motherless child” (A veces me siento como un niño sin una madre), Django camina con las manos en alto, la cámara se va alejando y sube para convertirse cual fuera la mirada de Dios que ve todo: los muertos, los pistoleros, Django dispuesto a ser sacrificado; se oye el verso “A long way from my home” (Demasiado lejos de mi hogar) Dios ve el acto de sacrificio, ¿Tendrá Dios misericordia de Django? 

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