El Artista - Una película muda que se hizo en el 2011 ~ El Séptimo Arte Xalapa

Año 2059, uno de mis nietos se acerca y me dice: “Abuelo mira ésta extraña película, es en blanco y negro y además muda, pero lo más extraño es que fue hecha en el 2011, en la época del cine digital”. Pude notar la admiración en su mirada. A mi buen nieto cinéfilo le conté sobre cómo fue la primera vez que vi esa magnífica película.

“Se llama El Artista y es francesa”, le dije.

Hace muchos años cuando era joven vi por primera vez esa película en el cine, no era como el cine de ahora, antes nos sentábamos en butacas frente a la pantalla, comiamos palomitas con sabor real a palomitas y presenciábamos esas magníficas imágenes en movimiento acompañadas de sonido. Para mí fue muy impactante ver una película que me transportaba al pasado y me hacía sentir parte de una época que jamás había vivido. Era gracias a la magia del cine que sentía que estaba en un estreno de los años 20.

A México llegó en el 2012. Fue una noche especial. La sala estaba llena a pesar de ser la última función del cine, en Xalapa por supuesto. Inició la proyección y algo me llamó la atención, la pantalla de la película era casi cuadrada. Por un momento pensé que no estaba bien colocada la resolución del proyector pero me di cuenta que no era así, la película estaba hecha lo más parecida al formato del antiguo cine.

“No te contaré la película, por que la tienes que ver” le dije.

El artista fue una película que con su atrevida propuesta en el año 2011, se llevó el reconocimiento de los amantes del cine. Ganó muchos premios e incluso se dijo que sería la película francesa con más premios de la historia. En la sala se respiraba nostalgia en todas sus imágenes. Me sorprendió el uso de la fotografía ya que parecía que estabas viendo realmente planos clásicos de una película antigua. Era como ver al cine desde otra mirada, se veía al viejo cine viéndose a si mismo y luego estábamos nosotros los espectadores modernos viendo ese reflejo, es decir, hay una escena donde un público en una sala de cine de los años 20 está viendo una película muda, pero al mismo tiempo estabamos nosotros viendolos a ellos.

Toda la película es muda, pero hay ciertos momentos de sorpresas que te van a encantar, ahora regresando a la fotografía, el blanco y negro está magistral, hay juego de sombras, se agregó un efecto de ruido y escracheo que le da un toque de cine antiguo muy bien logrado, además, el director Michel Hazanavicius investigó muchas películas de Murnau, Fritz Lang, John Ford e incluso de Alfred Hitchcock!, y se ve en la pantalla.

Hay simbolismos en toda la película, cuando la veas pon atención a los diálogos, a las marquesinas y a los títulos de las películas que se anuncian. La música es un maravilloso complemento porque captura la esencia de la época y te transmite la emoción melodramática, desde risas a llanto.

Debo aceptar que fue gracias a los oscares que vi la película, pues ganó los principales premios, lo recuerdo porque en ese año un actor mexicano llamado Damian Bichir había sido nominado, pero el actor del Artista, Jean Dujardin se lo ganó. Fue un viaje de 100 minutos al pasado, sin dudas me incitó a imaginarme muchas posibilidades para el futuro del cine viéndose a sí mismo. Creo que para aquellos que pudieron verla en su época en la pantalla grande y fueron cinéfilos de corazón, estarán de acuerdo que fue muy interesante y entretenido ver un cine que ya no se hacía en nuestros tiempos, sin duda fue una película que solo se pudo disfrutar en el cine.